Luego de las precipitaciones, y que provocaran la caída de estructuras de hierro de gran porte, parte de la calzada de la avenida Entre Ríos y la rotura de un caño con desagües cloacales, los vecinos se manifestaron solicitando la presencia de funcionarios para acelerar la obra, ya que además del peligro latente, sus comercios están en rojo.
La 750 Salta presentó hace dos semana en su página de Facebook un informe donde daba cuenta de las principales afectaciones que estaba causando la obra en los vecinos de la zona de Entre Ríos al 1.300.
Tres puntos fueron claramente identificados: el primero vinculado al tráfico y al caos que generaba la obra que lleva adelante la municipalidad de Sáenz. El segundo punto, de alguna manera también estaba vinculado al tráfico, pero en este caso puntualmente habla sobre el calvario que deben vivir los chicos de la escuela Remedios de Escalada con los frecuentes cambios de parada. Finalmente, el último punto reflejaba por aquel entonces la ausencia total de agentes de tránsito y de personal de Emergencias, ambas instituciones con dependencia municipal.
«Siempre es así, llueve y no aparece nadie por acá, esto es un barrial y representa un peligro. Ayer, una señora que iba a trabajar intentó cruzar por un puente hechizo y se terminó cayendo y quebrando. Yo la auxilié porque no había nadie. Recién cuando llegó la ambulancia aparecieron unos cuantos obreros, pero autoridades, ninguna», así relató la experiencia Marcelo Rionda, un mecánico que vive hace 42 años en el barrio y que se ve acorralado por la falta de trabajo.
«No puedo laburar hace cuatro meses, ningún cliente puede llegar hasta el taller porque todas las calles se encuentran cortadas. Esto es desesperante, y lo peor de todo es que acá no vino ningún funcionario a dar la cara para ver cómo va la obra, y cuando los vamos a buscar a sus oficinas nunca están», sentenció.
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