Los balances de Arcor, Mastellone y Molinos reflejan el impacto de la devaluación y la recesión, pero igual se verán obligadas al pago del adicional.
Se trata de Mastellone, Arcor y Molinos, cuyos balances generales correspondientes a los primeros nueve meses del 2018 evidencian las consecuencias que han tenido en sus cuentas el freno de las ventas en el mercado doméstico y la fuerte suba del dólar registrada, principalmente, entre abril y septiembre.
De hecho, sumando los tres balances negativos, que ascienden a los $10.541 millones, y calculando los nueve meses ya transcurridos, se concluye que vienen registrando pérdidas por $1.171 millones por mes o, lo que es lo mismo, $39 millones cada 24 horas, en promedio.
De todos modos, admiten que no podrán evitar tener que cumplir con la orden del Gobierno. «Las cámaras están trabajando con la letra chica del decreto, pero estamos seguros de que las grandes empresas no vamos a poder zafar del pago», advierten.
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