El Fondo Monetario respaldó las primeras medidas económicas tomadas por el Gobierno. Por su parte los inversores de bonos argentinos estaban atentos a las declaraciones del FMI sobre la sostenibilidad de la deuda del país y a la eventual recomendación de una fuerte reestructuración de pasivos tras las reuniones de una misión del organismo con funcionarios en Buenos Aires.
El organismo internacional dijo que continuará dialogando “estrechamente” con las autoridades argentinas y que su directora gerente, Kristalina Georgieva, se reunirá en el próximo encuentro del G-20 con el ministro argentino de Economía, Martín Guzmán, para evaluar los pasos a seguir. «El FMI apunta contra los bonistas privados porque intenta dar prioridad a sus propias acreencias con el gobierno argentino».
En la mañana de hoy, en comunicación telefónica con AM 750, el economista Nicolás Seola señaló “Que el FMI diga que la deuda no se puede pagar es muy positivo para la negociación del gobierno porque le muestra al conjunto de la comunidad internacional de bonistas, que al momento que se haga una oferta, va a ser lo que Argentina pueda pagar” remarcó Seola reconociendo el cambio de posición del fondo y sosteniendo que ahora depende de los bonistas tomar una decisión con respecto a la renegociación de la deuda.
La Misión Técnica del Fondo consideró que la deuda externa argentina “no es sostenible” y por lo tanto requiere que se haga una reestructuración en base a “una contribución apreciable de los acreedores privados”. De esta manera, el organismo abogó por una negociación de deuda que modifique los plazos de pago y que además implique una considerable quita de capital o de intereses.
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