El nuevo ministro de Economía, Desarrollo Productivo y Agricultura designado ayer deberá afrontar una crisis económica con resultados rápidos y los focos puestos en las variables económicas.

Sergio Massa ante su desafío más importante.
Los desafíos de Sergio Massa parten de uno de los problemas endémicos que tiene la Argentina en este siglo: la inflación. La escalada de precios en los últimos meses fue una de las aristas que más golpearon a la gestión de Alberto Fernández
El plan de Sergio Massa pasará más que nada por generar la “confianza” en los mercados para calmar la caída de los bonos y, además, atraer otras inversiones extranjeras.
De hecho, lo segundo es algo que comenzó a verse sin la confirmación pero que sí tuvo un fuerte impacto en los bonos donde comenzó una racha alcista y el dólar blue comenzó a ver una pequeña baja.
El ex presidente de la Cámara de Diputados buscará no usar las reservas para evitar una abrupta devaluación y, por el contrario, apuesta a poder sumar divisas a las arcas del BCRA. El encarecimiento de precios es uno de los problemas que el Gobierno no le encontró solución.
El cuestionamiento se basó en que, mientras las cuentas provinciales se mantienen equilibradas, el descalabro en el ámbito nacional genera malestar y echa leña al fuego a la conflictividad social. La inflación juega ahí un papel fundamental.
Pese a la reapertura de negociaciones paritarias, los salarios siguen de atrás a la inflación y la falta de productos en góndola y la ausencia de referencia de precios aumentan la incertidumbre. Los mandatarios provinciales advierten que todo forma parte de un combo explosivo que sin un “volantazo” no se podrá desactivar.
Otro de los puntos más urgentes es el conflicto con el campo. En medio de la creación del dólar “soja”, se podría “reabrir” el diálogo y mejorar las condiciones para la liquidación de las silobolsas.
Clima de incertidumbre
Gustavo Iovino, periodista, profesor y consultor; habló en La Cocina Política sobre la imagen que hay actualmente de los frentes políticos en un clima denso en una sociedad angustiada por el rumbo económico.
“Lo que observo es que no hay claridad en el rumbo, no la hubo y parece que no la hay. Es preocupante a nivel general la situación porque genera preocupación en la población”, dijo. Agregó también que “hay grandes deudas de la dirigencia política en general. Vamos a tener más incertidumbre de la que ya teníamos. Hay un vacío total en la política, ningún sector puede definir claramente un rumbo, un plan de lo que necesitamos”, señaló Iovino.
Fuente: LPS
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