El ayuntamiento de la gran manzana calcula que hay unos 10.800 alquileres ilegales de corta duración en toda la ciudad y es uno de los objetivos principales de la regulación. Nueva York, regida por el alcalde demócrata Eric Adams, y empresas como Airbnb llevan mucho tiempo peleándose por la regulación de los alquileres de corta duración.
La ciudad estadounidense solo permitirá estancias de menos de un mes en este tipo de plataformas si se comparte con el propietario y si se registra la vivienda en el Ayuntamiento. El objetivo es acabar con los alquileres ilegales
A partir del 5 de septiembre, los huéspedes tendrán menos opciones para alojarse. Los propietarios están ya bloqueando las reservas para fechas posteriores a la entrada de la legislación. Los viajeros deben volver a comprobar sus reservas si planean alojarse en Nueva York este otoño. Airbnb dice que no cancelará las reservas con check-in antes del 1 de diciembre para mitigar los efectos para anfitriones y huéspedes.
La nueva ley prohíbe a las plataformas de reservas procesar pagos por transacciones no registradas. Eso significa que no solo Airbnb, sino que otras plataformas como Vrbo o Booking.com también se enfrentan a sanciones.
Otras ciudades estadounidense, como Dallas o Philadelphia, han empezado también a regular este tipo de alquiler turístico de corta duración, pero la gran manzana es la que más límites está estableciendo. Eso sí, Nueva York no es la primera en hacerlo. Ciudades como Tokyo o París también han aplicado regulaciones, cada una con sus complejidades.
0 comentarios