Rodrigo González es un conocido abogado penalista al que le gusta aparecer en los medios. Trabajó en casos de muchísima resonancia social. Aquí te contamos algunos de sus casos.

El actual abogado del diputado nacional Alfredo Olmedo posee una larga trayectoria en casos judiciales complejos de profunda mediatización y carga emotiva. Volvió a tomar notoriedad luego del reciente “accidente” entre Alfredo Olmedo  y un vehículo ocupado por cuatro personas, de las cuales una falleció. El abogado planteó la hipótesis de un “posible atentado” al sojero.

Una de sus intervenciones fue cuando defendió al viceintendente de Itatí, Fabio Aquino, involucrado en una escandalosa causa por narcotráfico.

Fabio Aquino fue uno de los 26 imputados en la causa por narcotráfico en Itatí, Corrientes. En este sentido, el juez federal porteño Sergio Torres elevó a juicio oral la causa por el delito de “asociación ilícita en concurso real por el delito de tráfico ilícito de sustancias estupefacientes”.

Aquino y demás funcionarios la localidad correntina “integraban una banda que desde 2014 traficaban hasta 6 toneladas de marihuana por semana desde Paraguay utilizando niños en las operaciones”.

El reconocido abogado entendió también en el caso del cura Julio César  Grassi, acusado y detenido por abuso de menores cuando dirigía el Hogar Felices los Niños. El día de la confirmación de condena, Rodríguez declaró: «No esperaba una decisión tan contundente (de la Corte) porque creo profundamente en la inocencia del padre; si no, nunca me hubiera metido en este tema».

Su nuevo cliente famoso fue Leonardo Fariña. En aquel entonces el valijero se había quedado sin defensor justo antes del comienzo del juicio oral por la compra de un campo en Mendoza. La estancia se llama El Carrizalejo. La compró con 5 millones de dólares en efectivo y dijo haberla vendido por 1,8 millones de pesos en una operación donde el escribano no vio la entrega del dinero. La primera versión de Fariña fue que la compra se la había “encomendado” Báez. Después se desdijo.

Finalmente, González también trabajó en la defensa de varios de los detenidos por la causa iniciada por el secuestro y asesinato de Candela Rodríguez, una niña de 11 años que fue secuestrada el 22 de agosto de 2011 cerca de su casa en Hurlingham. Los defendidos del abogado Rodríguez fueron Gabriel Gómez y Guillermo López, el fletero y verdulero respectivamente. Ambos recibieron prisión preventiva. Luego fueron liberados por falta de mérito.