Se sumó a la baja de combustibles y dispuso una rebaja de entre 1% y 1,5%, en el precio de las naftas, aunque en contrapartida el gasoil en sus dos versiones subió un 3% en promedio.
La compañía de mayoría estatal realizó un incremento de 2,5%, mientras que Shell y Axion subieron un 5%. Hubo una fuerte migración de ventas de los surtidores de esas banderas a YPF, por lo que ambas retrocedieron y se alinearon con YPF.
En el Gobierno había satisfacción por la decisión de la compañía. Ven como un avance en una tendencia para ayudar a que baje la inflación.
De acuerdo con el nuevo esquema de precios, la nafta súper baja de $ 37,59 a $ 37,21, lo que representa un 1% de disminución. La premium (Infinia) cae de $ 44,01 a $ 43,35, un retroceso de un 1,5%.
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